RESIGNACIÓN¡¡¡ Seguro que os suena esta palabra, este horrible sentimiento que todos hemos padecido miles de veces¡¡¡ Apenas 11 letras que significan la perdida completa de nuestra libertad y el sometimiento a las putas decisiones de los demás, que según nos han taladrado en la cabeza desde pequeños es lo que tenemos que hacer¡¡¡ Es una terrible agonía que no termina nunca, que te persigue como la muerte al moribundo, como el lobo hambriento a su presa fácil… SIEMPRE¡¡¡ Durante los primeros años te tienes que someter a las directrices de tus padres, que en la mayoría de los casos lo único que saben hacer es desanimarte, doblegarte y destrozarte muchos de los mejores momentos de unos años irrepetibles¡¡¡ Valiéndose de la estúpida escusa clásica del: “NOSOTROS QUEREMOS LO MEJOR PARA TI Y TU FUTURO”, te obligan a hacer lo que a ellos les parece, ya que nunca esperan que les llevemos la contraria¡¡¡ Por suerte en la mayor parte de los casos lo hacemos… el problema es cuándo a tus progenitores no les parece bien lo que has decidido¡¡¡ Entonces comienzan una campaña de descalificaciones hacía tus decisiones y un continuo martirio sobre todo lo que les haces sufrir¡¡¡ Pero por suerte esto termina una vez que entran en razón y se dan cuenta que pueden seguir llorando como raquíticos bebes que no les vamos a hacer caso alguno¡¡¡ No obstante, este es solo un tipo de resignación¡¡¡ Por supuesto, está el sentimiento más “bonito” de todos: el amor¡¡¡ Pero no os engañéis, en el amor se sufre más de lo que disfruta¡¡¡ Ya el sometimiento no es el mismo que antes, ahora te conviertes en perro sumiso de tu “media naranja”, teniendo que resignarte a sus deseos para no verle mal¡¡¡ Y esto es siempre igual, desde el precioso primer amor hasta el agónico matrimonio… siempre tienes que anteponer la felicidad del otro a la tuya propia¡¡¡ Y con el trabajo pasa lo mismo, cuándo no te tienes que someter a profesores franquistas que piensan que vives única y exclusivamente para su asignatura; te tienes que someter a jefes palurdos y en muchos casos ineptos que solo se van a dedicar a cargarte del máximo trabajo posible para que ellos puedan irse a “alegrarse el día” con su secretaria¡¡¡ Y ya por fin, una vez que te jubilas y ya no dependes de nada ni nadie… te frena la maldita mala salud, que en la mayoría de los casos te deniega la última oportunidad de realizar ese sueño de la infancia, ese reto que te propusiste y nunca llegaste a superar…

DRAKE
Tienes toda la razón del mundo!
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